Luis Enrique Martínez se mostró satisfecho con la actuación de su equipo después de que arrasaran al Celta de Vigo por cinco goles a cero, pero tuvo tiempo para elogiar al que fuera su antiguo club. El preparador asturiano, que siempre que puede aprovecha la ocasión para halagar a su anterior equipo, describió al Celta como un "equipo muy complejo para quienes queremos asociarnos y tener el control del partido". "Es siempre muy difícil jugarle a este Celta", reconoció, "Hoy desde el principio hemos estado muy precisos y hemos solventado las situaciones individuales, tuvimos apoyos y movilidad, amplitud con los puntas... muchos elementos que juntos, y ante un equipo que defiende individualmente, generan espacios y ocasiones".
El técnico del cuadro blaugrana reconoció que la nueva cara de los suyos tras el batacazo en París se debe al resultado de muchas horas de trabajo. "Le dediqué más horas que nunca a revisar el partido en París, que fue un cúmulo de muchas cosas que rara vez se dan juntas", explicó, "Ahora tenemos soluciones de garantías". Entre estas soluciones se encuentra el 3-4-3 que llevan practicando los suyos en los últimos partidos y que "otorga más soluciones ofensivas" y surge como "solución a la falta de laterales diestros".
Uno de los más beneficiados de ese esquema es un Messi que hoy completó un gran partido, al igual que su compañero de delantera Neymar. Para el asturiano, ha sido clave que los delanteros se "diviertieran": "Hemos generado muchas ocasiones a un rival difícil y creo que ha sido un gran partido, muy completo. Este equipo tiene la mejor predisposición, nunca ha fallado en actitud".
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